Todos somos de un mismo color.

Todos somos buenos para criticar, para excluir, para hacer sentir mal, para crear diferencias, para no tolerar; Nos preocupamos por el color de piel, por como se viste, que color son sus ojos, que tan gruesas son las cejas, el color de su cabello, sus labios.. pero lo que ignoramos es que en el interior todos somos iguales, tenemos un corazón, un cerebro, y sangre que recorre nuestras cientos de venas.
El racismo y la discriminación son dos factores que solo nos traen malas consecuencias. Para que hacer menos a alguien si podemos convivir en paz? podemos aprender a tolerar, a ser humildes, y a respetar a cada uno por como es.
Si el es de color o no, flaco o delgado, guapo o feo, que importa? lo que importa son los sentimientos, la igualdad, el respeto, lo que hay en el interior, el interior en el que todos somos del mismo color.

-Michelle.